lunes, 11 de abril de 2011

Esta noción no es nueva, ya lo decían los griegos "mente sana, cuerpo sano", sin embargo hoy en día cuesta mucho que los niños practiquen su quinética corporal, pues ya no es posible que jueguen solos al aire libre, los padres y las madres se encuentran ocupados trabajando como para dedicarse a jugar con ellos, y no podemos dejar de mencionar la influencia de la televisión y los juegos electrónicos que provocan sedentarismo y aletargamiento.
Por eso, es que los expertos en conducta infantil insisten en recuperar el movimiento y las actividades físicas, pues la relación existente con el desarrollo mental es innegable. Por ejemplo, un niño que esté acostumbrado a mover sus manos en juegos, aprenderá más fácilmente y con más velocidad a escribir, pues tendrá acostumbrados sus músculos al movimiento y el motor fino no estará atrofiado.
Juegos que incluyen círculos, bolas, y otras figuras geométricas son muy útiles en la terapia que se practica para ayudar a un niño a aprender a escribir, pues además del movimiento se favorece el proceso de asociación, el cual es fundamental en el aprendizaje.




                     * Beneficios de la Expresión Corporal

Está científicamente comprobado que la expresión corporal estimula el lenguaje, la vista y el oído, así como los ya consabidos beneficios que se generan en el organismo, como mayor asimilación de grasas, huesos fuertes, músculos flexibles, etcétera.
Pero además de esas ventajas, también ha sido demostrado que la expresión corporal ayuda a que la seguridad del niño sea mayor, a que tenga una más alta autoestima y a que sepa relacionarse mejor con sus congéneres. Por ejemplo, según varios estudios, la falta de movimiento en los niños puede provocar déficit atencional y otros trastornos emocionales.
De esta forma, los padres deben colaborar con que sus hijos se muevan, que conozcan su cuerpo, que tengan conciencia del espacio, que sean más atentos, y que tengan más facilidad a la hora de razonar. Para que los padres puedan propiciar el movimiento en la vida de sus hijos se recomienda que jueguen con ellos, especialmente que les enseñen los juegos de antes como la rayuela, el yoyo, el trompo y demás juegos al aire libre.
Una buena sugerencia es también que los padres motiven a sus hijos a jugar con mímica, que representen animales, cuentos, que jueguen a actuar, que bailen, que hagan carreras de sacos, que jueguen con globos, en fin todo lo que implique movimiento y desinhibición. Es por el bien de nuestros niños. ¡Inténtalo! Además de potenciar el desarrollo de los pequeños, estarás pasando más tiempo con ellos y así se fortalecerán los vínculos familiares.

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